MIGUEL ÁNGEL MARTÍN | “La capacidad de generar talentos en balonmano y otros deportes de equipo en nuestro país es de difícil comparación”

Director de La Asociación de Clubes de Balonmano (Asobal)

Hace tan solo unos meses la Liga ASOBAL cerró el que puede haber sido su fichaje más importante en los últimos años. No se trata de un pivote ágil e indefendible, aunque en los suyo sabe clavar los pies y fijar posición. No es un lateral veloz de los que sorprenden en área propia y contraria, pero sí es muy rápido detectando necesidades y buscando soluciones. Tampoco es uno de esos centrales de dos metros, brazos infinitos y la robustez de un muro, pero su brillante trayectoria está muy por encima de la envergadura de los gigantes de nuestro balonmano.

Miguel Ángel Martín tiene un don para la gestión deportiva. Como el más escurridizo de los extremos, se mueve en los despachos con una agilidad inusitada para detectar los mecanismos que deben activarse para crecer, modernizarse y evolucionar. Martín acaba de aterrizar en la Dirección General de la ASOBAL después de un lustro en el que ha sido copartícipe de éxitos dentro y fuera de las pistas de tenis. A aquella federación llegó desde el mundial de vela, que organizó como director general adjunto y llegó a encumbrar como evento de Especial Interés Público.

Estamos ante uno de esos faros invisibles del deporte español; un gran trabajador en la sombra que, a su abrumadora formación académica -a la que sigue sacando brillo y partido como educador de futuros talentos- suma un olfato inigualable para casarse con el éxito. Lo vivió de cerca cuando en 1992 formó parte del Comité Organizador de los Juegos de Barcelona como director adjunto del tenis olímpico. Un rito casi iniciático repleto de triunfos. 30 años después el mundo es muy diferente al de aquel día de agosto en el que Antonio Rebollo encendió el pebetero con su flecha flamígera. Miguel Ángel Martín ha comprendido cada avance y lo ha incorporado a su amplio catálogo de virtudes. Al balonmano español, convertido ya en la tercera liga profesional reconocida y el motor deportivo para buena parte de la España interior, le esperan grandes momentos. Ha llegado el jugador número 8. El futuro es ahora.

 

PUENTIA: ¿Está la marca ASOBAL donde merece?

MIGUEL ÁNGEL MARTÍN: La Liga ASOBAL está creciendo y su reciente reconocimiento como Liga Profesional ha de proyectar a nuestro balonmano a lo que llegó a ser en la década de los 90, la liga más atractiva de Europa; el territorio puntero mundial del balonmano.

P: ¿En qué debe poner el foco un director general de la ASOBAL? ¿qué objetivos se ha marcado?

MAM: En dar a conocer las posibilidades que ofrece una Liga Profesional a todos aquellos socios y colaboradores que pueden sentirse atractivos por acompañarnos en esta apasionante singladura que tenemos por delante en estos momentos.

Internamente por trabajar con nuestros clubes por mejorar el producto ASOBAL y hacerlo cada vez más exigente y atractivo, siguiendo modelos equiparables de otras competiciones deportivas.

P: ¿Qué le han pedido los clubes en mayor medida desde su llegada?

MAM: Sobre todo, los recursos que hagan posible la puesta en marcha de las mejoras que todos sabemos que tenemos por delante. Los clubes son plenamente conscientes de que el producto ha de evolucionar e innovar para hacerlo más atractivo, pero esto ha de ir acompañado de recursos para invertir en esa mejora.

P: ¿En quién debe fijarse la ASOBAL para seguir creciendo?

MAM: Desde el punto de vista del balonmano, en estos momentos, las ligas alemana y francesa son dos ejemplos a seguir, pues han invertido mucho en mejorar su producto. También hay otros deportes de sala que nos aportan iniciativas que nos pueden hacer más atractiva nuestra oferta deportiva.

P: Junto al baloncesto, el balonmano es uno de los deportes que goza de mejor reputación en nuestro país. ¿A qué se debe?

MAM: Por una parte, debido a su gran tradición por la implantación de la que siempre ha gozado en el sistema educativo de nuestro país. Por otra, por las grandes figuras de nuestro deporte y los éxitos de nuestros clubes desde hace décadas hasta nuestros días. Sin olvidar la enorme plasticidad del balonmano como paradigma de los deportes de contacto.

P: Un deporte espectacular con una buena cantera, un público familiar, respetuoso, intergeneracional y muy fiel… sin embargo, como sucede con la competición doméstica de baloncesto, las audiencias televisivas son discretas salvo que se trate de una final o de un campeonato internacional…

MAM: La oferta deportiva en nuestro tiempo es inabarcable y, por lo tanto, las grandes audiencias son escasas en la mayor parte de los deportes. El balonmano goza de una fidelidad alta de sus seguidores y ASOBAL ha de hacer cada vez más atractivos sus eventos deportivos sin tratar de competir con los otros dos deportes profesionales, el fútbol y el baloncesto, que son distintos.

P: ¿Cómo se seduce a un patrocinador para que apueste por la ASOBAL?

MAM: Solo si el territorio en el que actuamos ayuda a una marca/socio a conseguir sus objetivos. Para ello es necesario conocer los propósitos de ese posible socio de ASOBAL y trabajar juntos para obtener los retornos que se pretenden. Es un trabajo conjunto, es una sociedad entre ambas partes con unos objetivos compartidos.

P: ¿Preocupa el dominio del FC Barcelona en los últimos tiempos? ¿Es perjudicial para la ASOBAL y para la afición que no haya alternancia de equipos en el título?

MAM: Desde el punto de vista competitivo, el Barça es el equipo a batir y cada uno de sus enfrentamientos con el resto de equipos es una fiesta del balonmano en sí misma. El Barça es en estos momentos el mejor equipo de balonmano del mundo, y no olvidemos que juega cada semana en la Liga ASOBAL.

Vamos observando cada día como el resto de los equipos de la competición cada vez le ponen las cosas más difíciles y llegará un día cercano en que jugarán de tú a tú contra el Barça, pues cada vez las diferencias se van acortando.

La oportunidad de disfrutarlo cada semana en nuestra Liga ASOBAL, y tener ese listón de superación en nuestra competición es un reto que nos hace mejores. Por ello, entre otras razones nuestro balonmano sigue en lo más alto del panorama internacional.

P: ¿Es la liga profesional de balonmano es -en lo que a apoyo institucional se refiere- un hermano pequeño al que no le dejan hacerse mayor o siente que tiene el respaldo que merece?

MAM: Tanto el Ministerio de Cultura y Deporte como el Consejo Superior de Deportes están respaldando al balonmano y a la Liga ASOBAL de manera decisiva, por lo que sólo podemos manifestar públicamente nuestro profundo agradecimiento. Estamos seguros de que lo van a seguir haciendo en toda iniciativa que se plantee.

P: ¿Estamos preparados para un periodo ‘valle’ de la selección nacional de balonmano? ¿podemos hablar de transición?

MAM: Siempre se habla de transición tras la finalización de ciertas etapas de éxitos colectivos, pero lo cierto es que la capacidad de generar talentos en este y otros deportes de equipo en nuestro país es de difícil comparación. Ahí está el ejemplo de nuestra selección de baloncesto en el reciente Eurobasket. España es el único país del sur de Europa que prevalece sobre la Europa rica del norte en su deporte de sala más importante, y el gran trabajo de los clubes ASOBAL y sus inagotables canteras, junto con el magnífico esfuerzo de la Real Federación Española de Balonmano con sus técnicos en los equipos nacionales estoy seguro de que no van a dar tregua en las citas internaciones de nuestros equipos nacionales. En estos momentos los éxitos de los equipos nacionales de las categorías inferiores a nivel internacional así lo anuncian.

P: ¿Qué poso se ha traído de sus años trabajando para la Real Federación Española de Tenis que le servirá en esta etapa en la ASOBAL?

MAM: La gestión deportiva mantiene elementos que son comunes a pesar de las diferencias de cada deporte, sobre todo los individuales o los de equipo. Lo más importante es entender que el deporte evoluciona y el cambio y la innovación no pueden ser ajenos al atractivo de un deporte. El tenis, como es bien sabido, es uno de los deportes más antiguos y tradicionales que existen, pero no ha dejado de cambiar, modernizarse, y eso lo hace atrayente para nuevos públicos. Eso ha de saber interpretar el balonmano, sin perder su personalidad ni su esencia.

P: Durante los Juegos de 1992 trabajó entre bambalinas, ¿sin los JJOO de Barcelona seríamos hoy la potencia deportiva que somos?

MAM: trabajé como Director Adjunto del tenis olímpico, hace ya 30 años, en unas condiciones magníficas, inolvidables. Barcelona en particular y Cataluña en general, independientemente de los JJOO de 1992, han sido tradicionalmente el motor deportivo de nuestro país. Yo diría mejor que el deporte catalán ha sido siempre el espejo que ha servido para modernizar el deporte en España, por su gran vocación deportiva y precoz estructura deportiva en relación con el resto de España. Pero si hubiera que singularizar el antes y el después del salto deportivo en España, más que en el hecho clave de la celebración de los JJOO de Barcelona 1992, yo lo centraría en la gigantesca figura de Juan Antonio Samaranch.

P: ¿Qué le enseño su paso por el Instituto Cervantes de Chicago y por qué ha terminado seducido por el mundo del deporte en los últimos años?

MAM: En realidad mi paso de cinco años como director del Instituto Cervantes fue más bien un paréntesis en mi vida profesional, marca por una clara vocación deportiva y académica.

Me hizo ver la grandeza de la labor realizada por España en el continente americano. Saber que aún hoy, las dos terceras partes de los EEUU han pertenecido a la corona de España más tiempo que como país independiente y que dejamos tanta herencia. La agricultura, la vid, el olivo, el caballo y los ranchos de ganado, la alfabetización y los derechos de las poblaciones indígenas (que aún conservan sus documentos originales de la corona española con orgullo), la moneda, buena parte de todo el sistema de trasportes del oeste estadounidense y las más bellas plazas de las antiguas ciudades españolas, incluida Nueva Orleans, Nuevo México y el Camino real, entre tantas cosas. Es necesario que las nuevas generaciones conozcan esta realidad poco divulgada que hace de nuestro país una nación exportadora de civilización como pocas en la historia de la Humanidad.