Vivimos rodeados de marcas. Desde el principio de los tiempos, las gestas, los logros y las capacidades personales forjaron la leyenda de los primeros mitos. Los héroes de aquel tiempo son lo que podríamos llamar las primeras marcas personales de prestigio de la historia; personas que destacaban por su reputación y que grabaron a fuego su nombre a lo largo de los siglos en una era en la que las redes sociales no eran necesarias para pasar a la posteridad o tener multitud de seguidores. Aníbal, Leonardo da Vinci, Blas de Lezo, Juana de Arco… Fueron marcas personales muy potentes en su época; algo que también sucedió con los caballeros templarios, el Gran Duque de Alba o el propio Jesucristo.
Aunque la marca comercial -entendida como referencia positiva hacia el fabricante de un producto por rudimentario que este fuera- era ya una realidad desde que el humano aprendió a crear objetos con sus manos, el desarrollo del comercio primero (a partir del siglo XIII) y el boom de la revolución industrial que desde mediados del XVIII cambió la relación del hombre con el mundo, estimularon una rivalidad en la que las marcas personales comienzan a proliferar con más fuerza y las comerciales empiezan a rivalizar con ellas jugando con sus mismas armas: confianza, reputación y prestigio. De esa manera, y como antes lo habían hecho los héroes, lograban calar en el subconsciente de las personas activando una voz propia y unos valores de marca que, como los rasgos de la personalidad humana, también las hace inconfundibles. Empezaban a poner la primera piedra, y en la mayoría de los casos de un modo inconsciente, de lo que décadas después bautizaríamos como la identidad corporativa y que, en el caso de la marca, se refiere a la imagen que los demás van construyendo sobre ti.
La gran diferencia entre aquellas marcas personales primigenias y las actuales reside en la competitividad y en la consciencia de lo importante que resulta estar bien posicionado. Ya no es suficiente ser una gran marca. Ahora necesitamos herramientas que ratifiquen nuestra posición en el ecosistema global y nos hagan destacar. Ese desarrollo exponencial de las marcas estimula la creatividad a un ritmo vertiginoso. Y esa creatividad encuentra en el logotipo -la identidad visual de la marca- el escaparate perfecto.
SOBRE ESTE INFORME
A todo ello se suma en la actualidad la herramienta que quizá haya supuesto la mayor revolución de los últimos dos siglos y, desde luego, el avance más vertiginoso del ser humano en todos los ámbitos, también el de la creación de marca: el desarrollo tecnológico.
Su rápida expansión y sus infinitas posibilidades han abierto de unos años a esta parte un increíble universo de posibilidades para las marcas. Esa ayuda tecnológica unida al inagotable ingenio del ser humano, a su capacidad para innovar constantemente y a la irrupción de los soportes promocionales de marca, caso de las redes sociales, están propiciando que vivamos una era apasionante para las marcas y PUENTIA no podía quedarse al margen.
En este informe PUENTIA tratar de acercar al público las estrategias de persuasión de las marcas para impactar en la sociedad, los mecanismos para llamar nuestra atención y algunas de las herramientas utilizadas para lograr el objetivo de mantenerse vivas en nuestra memoria y, por tanto, entre nuestras prioridades a la hora de tomar decisiones de compra. Queremos entenderlas para comprender cada paso que dan y, principalmente, para que esos pasos, casi siempre acertados, sirvan de guía a todos aquellos profesionales que, más tarde o más temprano, se lancen a crear una marca o a hacer evolucionar una ya existente.
Este trabajo se acerca al origen de ciertas marcas y a la evolución de algunas de las más conocidas tanto de nuestro entorno más cercano como del resto del mundo. Se detiene en conocer qué es una marca y por qué a veces resulta inevitable su evolución. Pone el foco en las curiosidades que han marcado el nacimiento, creación y desarrollo de ciertas marcas y, analiza -distinguiéndolas por sectores- la creación y evolución de la imagen de algunas marcas más icónicas que, por una u otra circunstancia, están dejando una huella indeleble en nuestra sociedad.
Estamos ante una aproximación general y esquemático al poder visual y emocional de las marcas para consumo de un público no iniciado. No se trata, por tanto, de un trabajo elevado ni de una sucesión de análisis técnicos realizados por expertos en la materia.
HILOS INVISIBLES
Por desgracia, en el momento en el que presentamos este segundo Informe PUENTIA, el primero -relativo a la forma de comunicar la guerra de Ucrania- sigue tristemente vigente pues el conflicto bélico derivado de la invasión rusa continúa activo aunque haya pasado a un segundo plano de la actualidad. Curiosamente, y como sucede con otros acontecimientos y momentos de la historia, un hilo invisible es capaz de unir elementos que, aparentemente, tienen poco que ver.
En este informe -orientado al público en general- seremos testigos de cómo la representación visual de las marcas, sus logotipos -sin entrar en detalles técnicos- son también capaces de comunicar, de adaptarse a los tiempos, a las circunstancias, a las tendencias y a las corrientes de opinión para seguir manteniendo ese hueco que muchas ya tienen en el corazón de sus seguidores y, a la vez, continuar ampliando esa comunidad y la cuota de mercado, un reto que no todas logran, pero que resulta especialmente apasionante analizar.