Fundador de Huercasa
Además de ser la capital del estado de Tennessee, Nashville es también una afamada serie de televisión que, mientras estuvo en antena, era la favorita de Félix Moracho. Y no es casualidad. Nashville retrataba por dentro el mundo del country, un género musical que acaba de cumplir un siglo y que representa los valores del mundo rural, el entorno que hace ya varias décadas enamoró al hoy presidente de Huercasa. Moracho encabeza actualmente la compañía hortofrutícola que fundó a finales de los 70, a la que ha convertido en líder en Europa. Y marca la pauta en el continente desde Sanchonuño, un pueblo segoviano de menos de un millar de habitantes.
El 26 de julio de 2018 los fans de Nashville se quedaron huérfanos después de la emisión del último capítulo de la serie que un año antes había perdido a su protagonista. Quizá para sobrellevar mejor aquella cancelación tan solo un par de semanas antes Huercasa había inaugurado su centro logístico en San Miguel del Arroyo (Valladolid), otra declaración de intenciones y todo un ejercicio de coherencia al seguir creando empleo en un municipio que no supera los 700 habitantes censados.
Y llegó la pandemia, pero más que hacer mella en esta empresa que exporta buena parte de su producción, únicamente ha ralentizado sus planes de crecimiento. La mirada larga de Félix Moracho ve en el mercado americano una gran oportunidad para seguir creciendo. Y quién sabe si también para estar más cerca de aquella música de los pueblos que desde hace años también suena en Riaza (Segovia) gracias al Huercasa Country Festival, la cita española referente para los amantes de estos ritmos de raíz rural, un empujón para la notoriedad de la empresa y el sueño hecho realidad de un ingeniero agrónomo humilde, conciliador y abnegado que ha transformado la perseverancia en éxito.
PUENTIA: En 2019 Huercasa miraba con esperanza al mercado americano, donde ya tiene puesto un pie ¿en qué medida la pandemia ha lastrado el crecimiento previsto hacia ese lado del mundo?
FÉLIX MORACHO: La pandemia ha retrasado nuestro proyecto de desarrollo comercial a través de una empresa propia en el mercado americano, pero el proyecto sigue vivo y con buenas oportunidades que tendremos que materializar en los próximos meses.
Los dos últimos años no han sido un buen momento para los productos innovadores en los mercados exteriores, según nuestra experiencia.
P: China se perfila como el gran importador agrícola de los próximos años. ¿Es Asia el continente que más hará crecer a empresas como Huercasa durante la próxima década?
FM: Asia en general y China en particular no son prioritarias para nosotros. Creemos que, aunque tenemos oportunidades en esos mercados, también nos tocaría competir con operadores que ofrecen un producto de bajo valor añadido, lo que provocaría un gasto energético que no nos interesa. Apostamos por mercados con consumidores que puedan valorar adecuadamente nuestra oferta de calidad, seguridad, innovación, conveniencia, sostenibilidad, servicio y precio.
P: La sostenibilidad es hoy prioritaria en la industria y el comercio mundial pero esa búsqueda de energías limpias ha encarecido ciertas materias primas que, como el maíz, son parte del ADN de Huercasa, ¿cómo ha afectado esto a su relación con los productores y los consumidores?
FM: Creemos que la sostenibilidad ha venido y lo ha hecho para quedarse en nuestro mundo. Pero hay mucho trabajo por hacer en torno a ella. Los esfuerzos por avanzar en sostenibilidad son muy grandes y requieren de recursos económicos, materiales, humanos y de mucho tiempo. Esto no se va a resolver en un plis-plas. Nos tocará trabajar y trabajar muy duro durante muchos años y en muchos proyectos muy variopintos para avanzar seriamente en sostenibilidad. Y tendremos que explicar muchas cosas al respecto a los consumidores y a la sociedad. Habrá que hacer un gran esfuerzo en comunicación.
Creo sinceramente que las empresas debemos creer en ella seriamente con la máxima honestidad y obtendremos grandes frutos. Nos debe permitir estar o mantener nuestra posición en la vanguardia mundial agroalimentaria.
P: ¿Cómo se combate ese peligro de acomodarse cuando se ocupa una posición de liderazgo?
FM: Me gusta recordar a nuestro equipo, que los éxitos del pasado, no presuponen los éxitos futuros. Tenemos que ganarnos la posición cada día, como en el baloncesto, para poder encestar. La competencia a nivel internacional es muy dura y nos lo pone difícil, pero nosotros también se lo ponemos muy difícil a ellos. Por eso debemos mejorar nuestro trabajo permanentemente a pesar de que estamos muy especializados en lo que hacemos. Especialización y mejora permanente a través de la innovación son nuestras referencias. El motor propio para la acción viene de nuestra insatisfacción permanente ante lo que conseguimos.
P: Otra parte esencial del ADN de Huercasa es su apego al mundo rural. Partiendo de que sus fábricas están en entornos de este tipo hasta la organización del Huercasa Country Festival, consolidado ya como una de las grandes citas de un género que no puede estar más directamente relacionado con la vida rural, ¿hacen las instituciones lo suficiente por nuestros pueblos y por quienes deciden asentarse en ellos?
FM: Huercasa siempre ha levantado la bandera de la defensa del mundo rural. Ahora son muchos los que nos acompañan y nos congratulamos de ello.
La vida en el Mundo rural es muy difícil de mantener si no hay un motivo, del tipo que sea, que te vincule a él. En nuestro caso es una necesidad. Tenemos que estar cerca, muy cerca, de donde se produce la materia prima para poder tratarla y cuidarla adecuadamente. Además, la relación con la sociedad rural y con la administración local es más fácil y cercana en los pueblos. Aunque es verdad que no está exenta de problemas y tensiones (ruidos, movimiento de vehículos, olores etc), pero se pueden gestionar con buena voluntad..
Nos alegramos de contribuir a crear vida en el mundo rural. Vida rural es empleo, oportunidades, trabajo para las mujeres, profesionalización, servicios, vivienda, etc. Todo esto es muy importante y necesario, pero el tiempo nos enseña que no es suficiente. Los pueblos se siguen vaciando, y es así porque, a pesar de que la vida en los pueblos tiene su parte positiva ( tranquilidad, silencio, cercanía, naturaleza, etc.), también tiene su parte negativa (soledad , aislamiento, pocas oportunidades, poca vida visible, aburrimiento, pocos servicios etc., etc., etc.).
Lo negativo me temo que está triunfando y los pueblos se siguen vaciando o se mantienen a duras penas. Y todo esto ocurre a pesar de los esfuerzos de todo tipo que hacen las administraciones públicas.
No se me ocurre otra solución que mantener todos los servicios que sea razonable mantener y, como medida estrella, se deberían reducir los impuestos que pagan las personas y las empresas que viven y operan en el mundo rural. A ver si así se consigue algo. Creo que así, sería posible mantener buena parte de la vida rural.
P: ¿Por qué ocho de cada diez empleos en Huercasa están ocupados por mujeres?
FM: En Huercasa tenemos en torno a un 65 % de empleo femenino. Pero esto es algo natural, no forzado. Tiene que ver, en buena parte, con el trabajo que hacemos, que es de selección y preparación del producto y eso lo hacen muy bien las mujeres.
El trabajo femenino es importante para preservar la vida rural. La igualdad de oportunidades y de salario con independencia del género es algo absolutamente normal para nosotros.Al igual que no aceptamos ningún tipo de discriminacion por razón de origen, religión, cultura o raza. Somos una empresa muy internacionalizada y eso no tendría ningún sentido.
P: ¿Sobre qué cimenta Huercasa su reputación?
FM: Tratamos de ser coherentes y solemos conseguirlo. No nos gusta el postureo o aparentar lo que no somos o comunicar algo en lo que no creemos.
Es verdad que, al hablar de nosotros mismos y de nuestros proyectos, todos tratamos de proyectar una imagen un poco idealizada, pero en nuestro caso creemos que es mejor ser humildes. Estamos más a gusto así. Por ejemplo en temas de solidaridad con la gente desfavorecida, hay empresas que enseguida lo cuentan. Nosotros preferimos ser discretos. Discretos y coherentes.
P: Antes de la pandemia la innovación era un reto a medio plazo que la COVID19 no solo ha acelerado sino que, incluso, en ocasiones se plantea como condición indispensable para sobrevivir, ¿cómo trabaja Huercasa en ese aspecto y qué desafíos plantea?
FM: Desde la crisis anterior ya nos planteamos que era necesario hacer una innovación sencilla. No se puede aspirar a hacer cualquier cosa y a hacerla bien. Hay que estar muy a la escucha de los consumidores y saber interpretar sus deseos. Nos focalizamos mucho en la mejora de procesos y no en lanzar productos sin parar, que si no los empujas mucho no van a funcionar.
Ahora trabajamos, además de la mejora de procesos, temas transversales como la digitalización y también temas estratégicos como la tecnología que es necesaria para que los agricultores se animen a hacer cultivos Bio. Tratamos de hacerles más fácil el cambio hacia dicha forma de cultivo. Buscamos resultados un poco más inmediatos. Creemos que eso es lo que demanda el mercado: productos Bio a precios más asequibles.
P: Lleva cuatro décadas al frente de la empresa, ¿cómo ha evolucionado el liderazgo en estos 40 años?
FM: En esencia, yo creo que no ha cambiado mucho. Lo que han cambiado son las personas a las que te toca liderar y el entorno de actuación. Yo creo que las empresas debemos seguir apostando por un liderazgo basado en la coherencia, en la consistencia y en la equidad.
Valoro mucho trabajar con personas de confianza, quiero personas en las que poder confiar antes de que sean muy brillantes y te puedan traicionar. Me gusta también trabajar con personas que tengan motor propio, que no necesites estar encima de ellas para que hagan las cosas, con ganas de aprender y mejorar. Mi estilo de liderazgo conlleva la idea de exigencia en cuanto a resultados, pero dejando hacer; dando una gran autonomía. A veces esto me ha dado problemas, pero me niego a estar encima de la gente para que haga lo que debe.
En los últimos años la sociedad y las personas han cambiado, hay menos espíritu de sacrificio y cultura del esfuerzo. Sin ellos, no se va a ninguna parte. Una frase que repito a lo largo de los años lo resume: las comodidades de hoy son los problemas de mañana y al revés, el sacrificio de hoy es la tranquilidad de mañana.
P: También ha tenido tiempo para observar cómo han evolucionado los aspectos relacionados con la comunicación y el posicionamiento de la marca, ¿da tiempo a asumir tanto cambio y tan vertiginoso?
FM: Es verdad, hay demasiado cambio y también demasiado ruido y falta de verdad y de coherencia. Yo creo que no hay que dejarse contaminar demasiado por todo esto. Hay que separar lo que vale la pena, que quedara de lo que no vale la pena y pasará.
Creo que en comunicación hay que ser coherente y consistente y demostrarlo. Eso se demuestra en los momentos difíciles, cuando el respeto a tus principios te puede originar pérdidas económicas que sin duda serán pasajeras.
Es mejor actuar de acuerdo a tus principios que dejarte llevar por la marea. Debemos ser coherentes con lo que defendemos a la hora de actuar.
P: Qué tal se lleva Huercasa con esa ‘marca’ consolidada de la nutrición como es la dieta mediterránea?
FM: Nos llevamos muy bien, es verdad que la dieta mediterránea se está perdiendo, pero no deja de ser aspiracional para buena parte de la sociedad. La decidida apuesta de muchos consumidores, en todo el mundo, por una alimentación saludable es algo que nos gusta y en lo que creemos de verdad.
Apostamos por ayudar cada vez más y mejor a las personas que quieren comer bien y cuidar su salud. Nos gustaría también ayudar a esas personas a que aumenten sus conocimientos de nutrición, para eso nos estamos formando nosotros mismos.
Estoy convencido de que la industria tendrá que hacer un serio esfuerzo en los próximos años para ofrecer productos mejores desde el punto de vista nutricional para los consumidores.