La vida de Johannes Gutenberg, nuestro invitado de hoy, es relativamente desconocida, sobre todo si la comparamos con su aportación a la historia de la humanidad. Su invento fue uno de los propulsores de la Modernidad, un objeto que en estos momentos quizá no nos cause una gran impresión, pero que en su época tuvo un impacto solo comparable con la invención de internet: una gran democratización del conocimiento.
PUENTIA: ¿Quién es Johannes Gutenberg?
GUTENBERG: Un hombre sencillo, un artesano de Maguncia que se dedicaba a la forja del hierro y a la acuñación de monedas y que un día tuvo una idea que ni siquiera podía imaginar la importancia que tendría. Fui a la universidad de Erfurt y viví en ciudades como Estrasburgo o mi Maguncia natal, nunca disfruté de una vida verdaderamente acomodada hasta el final de mis días, cuando gracias a mi invento me gané el favor del obispo católico Adolfo II Nassau y pude disponer de una pensión vitalicia.
P: ¿Cómo se le ocurrió la idea de la imprenta?
G: Le parecerá extraño, pero no tengo conciencia del momento en que concebí mi invento. Creo que simplemente me di cuenta de que los libros manuscritos no tenían un futuro. No fue el fruto de una profunda reflexión sobre el conocimiento y cómo facilitar el acceso a él, sino que fue simplemente una idea fruto de mi sentido práctico, sin mayor pretensión que agilizar la creación de los libros y poder ganarme la vida.
P: ¿Se dio cuenta de las implicaciones que su invento tendría en el futuro?
G: Desde luego que no, creo que eso hubiera sido imposible. Es como si hoy en día hubiésemos sido capaces de predecir todo lo que transformaría internet nuestras vidas. Con perspectiva, el impacto de mi creación es incalculable, pero yo no lo había imaginado. Necesito que esto quede claro: no soy una especie de genio visionario, solamente un artesano. Los expertos consideran que la imprenta es una de las razones por las que llegamos a la Modernidad y a la Ilustración. En cuanto perfeccionamos su funcionamiento y expandimos su uso, todo el mundo podía tener acceso de forma relativamente fácil a conocimientos que antes no eran ni siquiera imaginables. Creo que esto liberó a las personas de muchas falsas creencias.
P: ¿Qué opina de que exista un 32 % de la población española que afirme no leer nunca?
G: Hoy en día hay mucha gente a la que se podría considerar analfabetos funcionales. Lo que quiero decir es que no hay mucha diferencia entre saber leer, pero no leer nunca y no saber leer. Todo el mundo debería ser consciente de los beneficios de la lectura. En mi opinión, representa nuestra primera experiencia de libertad, una libertad que nace desde dentro. Es posible que el número de personas que no leen siga aumentando con los años debido a internet y a las redes sociales. Veremos cómo afecta esto al aprendizaje de los más jóvenes.
P: ¿Cuáles considera que son las principales diferencias entre la comunicación en papel e internet?
G: Sin conocer a fondo cómo se comunica en internet, creo que la principal diferencia es la responsabilidad sobre lo que estamos diciendo. Actualmente, existen muchas páginas en internet donde la gente puede escribir lo que desee sin tener que hacer frente después a las consecuencias de aquello que ha escrito. En mis tiempos, siempre se sabía quién era el creador de la obra y se le podían exigir responsabilidades. También creo que internet es un avance con respecto a algo que yo quería conseguir, y es la velocidad a la que podemos acceder a nueva información. Con la prensa teníamos que esperar cada día para conseguir el periódico; hoy podemos tener la información prácticamente en tiempo real.
P: ¿Cuál cree que debe ser el papel de las Letras y Humanidades en una sociedad como la nuestra?
G: Pudiera parecer que hoy en día tenemos menos necesidad de este tipo de disciplinas gracias al increíble crecimiento tecnológico que estamos experimentando pero creo que es al revés: es en estos momentos cuando más necesitamos las Humanidades. No podemos quedar sepultados bajo esta avalancha de tecnologías y olvidarnos de aspectos que considero que acaban por ser más determinantes para la felicidad de las personas. Me llamó poderosamente la atención un discurso que escuché recientemente y que hablaba de esta situación. Lo pronunció la escritora Irene Vallejo al recibir el Premio de las Letras Aragonesas (curiosamente creo que esa misma escritora ha publicado un libro sobre la historia de los libros en la antigüedad). Nunca me dejará de sorprender cómo nos podemos sentir tan cercanos a personas que viven en una época totalmente distinta a la nuestra.
P: Recientemente hemos sido testigos de la polémica que ha suscitado que la primera entrevista que Lionel Messi ha concedido tras su salida del FC Barcelona haya sido para el streamer y presentador Ibai. ¿Considera usted que estamos viviendo un cambio de paradigma en el mundo de la comunicación similar al que provocó su invento?
G: Creo que el mundo de hoy en día cambia a una velocidad de vértigo y, con él, cambian las formas que tenemos de comunicarnos. Es cierto que se podría pensar que se avecina un cambio como el que provocó mi invención; sin embargo, me parece poco probable. La juventud de hoy en día consumirá el tipo de contenido que producen Ibai y otros streamers, pero seguirá existiendo un lugar importante para el periodismo más clásico. En cualquier caso, he de añadir que creo que es importante que los medios de comunicación más convencionales se adapten de alguna manera, que consigan hacerse más cercanos a sus lectores.