Presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España
No forma parte del cuerpo diplomático ni atesora credenciales pero en el ámbito de la economía y la empresa todos saben que Jaime Malet es uno de los grandes embajadores de nuestro país en el exterior desde su responsabilidad como presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España. En apenas un año se cumplirán dos décadas desde que le tomó el relevo a Felipe Sáiz al frente de un colectivo que representa a 280 multinacionales que dan trabajo a más de un millón de personas y rondan los 250.000 millones de euros anuales de facturación, el 24 % del PIB.
A lo largo de casi 20 años a Malet (Barcelona, 1964) le ha tocado ‘bailar’ con mandatarios de todos los colores. Ante ellos ha exhibido sus dotes conciliadoras, proactivas y de hombre de acción, trabajando en muchas ocasiones en la sombra y logrando interceder para cerrar alianzas que han traído grandes beneficios para ambos países. Asimismo, no ha dudado en pronunciarse ante situaciones delicadas como el proceso independentista catalán, sobre el que advirtió de la pérdida de confianza que puede llegar a suponer para la inversión extranjera en nuestro país.
Licenciado en Derecho y Economía y experto en Fiscalidad y Alta Dirección, Malet forma parte del Foro Económico Mundial por lo que es un habitual de sus reuniones anuales en Davos, punto de encuentro en el que líderes políticos y empresariales trazan cada año la hoja de ruta del mundo.
En el ámbito más personal, Jaime Malet es un prestigioso asesor al que han recurrido algunas de las compañías más importantes del planeta a través de TELAM Partners, la empresa que fundó para guiar la expansión comercial y posicionar compañías tanto en Europa como en Estados Unidos y América Latina.
Su experiencia en el mundo empresarial le ha agudizado la vista. De Malet también destaca su capacidad para vislumbrar el talento desde sus primeros destellos; de ahí que también recurrar a él emergentes start ups en busca de inversor. Si tienen buen discurso para contar, ahí estará Jaime Malet para apoyarlo.
PUENTIA: ¿Cómo se percibe fuera de nuestras fronteras la Marca España?
Jaime Malet: En Estados Unidos nos consideran un país interesante y esta percepción se ve reforzada, además, por la relación de España con Latinoamérica. Nos ven como un país cercano, pero quizá falte algo de conocimiento sobre nuestra economía y nuestra cultura. La Marca España tiene un indudable valor en los mercados internacionales, tanto por el esfuerzo que se está haciendo desde nuestro país, como por las sinergias derivadas de ser miembros de la UE. Además, en Estados Unidos la Marca España ha adquirido un enorme valor en los últimos diez años, posicionándonos como décimo país inversor con cerca de 90.000 millones de dólares, mientras Estados Unidos se mantiene como primer inversor extranjero en España con cerca de 80.000 millones.
P: ¿Ha dañado la COVID19 a la Marca España?
J.M: Es evidente que la pandemia producida por el Covid ha supuesto un freno para todas las economías a nivel mundial. Siempre se pueden hacer las cosas mejor; también se pueden hacer peor. No hay cursillo para prepararse para una situación como esta. Creo que no se puede emitir todavía una opinión cuando quedan meses o años de crisis sanitaria y económica. Nosotros hemos enviado al Gobierno cartas, unas ocho, para que se tomaran medidas para ayudar a las empresas.
P: Usted lleva casi dos décadas como presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España, ¿cómo se trazan puentes entre dos orillas aparentemente tan dispares?
JM.: Son muchos años, pero sigo teniendo la misma ilusión que el primer día, contribuyendo con los 280 socios de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España (AmChamSpain) en potenciar las relaciones económicas y comerciales entre los dos países a través de las empresas americanas y españolas, para que continúen colaborando entre ellas y con las Administraciones con el objetivo de seguir desarrollando las relaciones transatlánticas.
P: ¿Por qué a pesar de que durante el gobierno Trump la economía norteamericana no dejó de crecer el magnate goza de mala reputación?
J.M: Como consecuencia de la política de Trump creo que se van a producir muchas exigencias de los países de Occidente (Europa y EE UU, fundamentalmente) a los países orientales (China, especialmente). Se va a potenciar la fabricación de determinados productos, como son los medicamentos y otros de tipo sanitario -actualmente, casi todo se fabrica en China-, en los países occidentales. Va a haber un impulso a la fabricación de bienes de primera necesidad en los países europeos y en EE UU, que son los principales consumidores.
P: ¿Qué conclusiones debemos sacar del acuerdo del pasado agosto para reducir aranceles?
J.M: Yo estoy a favor del libre comercio. La decisión que menos se ha entendido en Europa es la de los aranceles que la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha permitido que EE UU imponga a Europa por las subvenciones de algunos países europeos a Airbus
P: En el ámbito comercial, ¿cómo será el mundo postpandemia?
J.M: Este será, sin ninguna duda, un momento de grandes retos: la pandemia, el cambio climático, enormes disrupciones tecnológicas, nuevos conflictos geoestratégicos, desigualdades y migraciones. Realmente este es ya un mundo nuevo.
P: ¿Los cambios en los hábitos de consumo han venido para quedarse?
J.M: Indudablemente, los cambios que se han producido en el consumo como consecuencia de los confinamientos se quedarán y potenciarán en todo lo que representa una mayor comodidad y versatilidad del consumo principalmente online. La evidencia es que las grandes empresas tecnológicas han experimentado un crecimiento exponencial en sus ventas, que se mantendrá sostenible por las ventajas y facilidades que suponen para el consumo.
P: Desde que preside la Cámara de Comercio de Estados Unidos en España ha visto pasar a varios presidentes por ambos países. ¿Qué aporta la victoria de Biden en el contexto actual?
J.M: Con Biden se producirá una mayor carga impositiva y se puede prever una mayor regulación en sectores como el bancario. La economía estadounidense ha mostrado una gran fortaleza durante la pandemia y esto podemos verlo en el comportamiento de las bolsas. Se ha visto afectada en algunos aspectos de su actividad, pero va a resurgir con mucha fuerza en cuanto la vacunación sea más generalizada. Los fundamentales siguen siendo muy fuertes, con una gran eficiencia y productividad en sectores clave. Antes de la Covid-19, EE UU estaba prácticamente en pleno empleo. El tejido empresarial, sobre todo las pymes, dispondrán de planes de gasto público que incentivarán al sector privado.
P: ¿Cree que vivimos tiempos en los que va a resultar determinante el buen liderazgo?
J.M: Estados Unidos era una potencia exportadora y ha pasado a ser importadora, acumulando con China déficits comerciales de 450.000 millones de dólares, lo que es insostenible. Es un proceso de pérdida de soberanía intolerable para la primera potencia del mundo. En el caso de Europa, el déficit de la balanza de pagos puede alcanzar los 180.000 millones de euros con China. Eso seguro que cambia con el tiempo, pero lo que está claro es que, en el caso de China, la tensión comercial va a seguir por la competencia por la hegemonía mundial. En cualquier caso, es mejor que las guerras sean comerciales y no de otro tipo, ya que China no ha actuado como un socio leal en el comercio internacional.