Comunicación en tiempos de crisis

‘Esto no tiene que parar’, comunicar y liderar en un contexto de crisis

En un contexto de enorme incertidumbre como el actual, asistimos a ejemplos de comunicación en tiempos de crisis que, más allá de ser de crisis, lo son acerca de cómo comunicar en medio de ella. Surgen nuevos paradigmas sobre qué, cuándo y cómo comunicar en el marco del mayor trance mundial de las ocho últimas décadas.

Liderazgo y acción como pilares de la comunicación en tiempos de crisis

Desde que comenzaran las dificultades hemos ido conociendo diversos ejemplos de colectivos que, ante la adversidad, reaccionan con optimismo y determinación. Es el liderazgo corporativo, un ámbito en el que el proyecto ‘Esto no tiene que parar’ nace desde el mundo de la empresa para sumar a más de 3.000 compañías que tratan de reconocer públicamente y dar apoyo a empresas, trabajadores y empresarios que, en estos duros momentos, arriman el hombro para minimizar las consecuencias de la paralización de un país.

Transparencia y proactividad

Más allá de hacer visible el esfuerzo de quienes siguen trabajando o reinventándose para ser más productivos e innovadores que nunca, el gran valor de esta iniciativa —y uno de sus grandes aciertos— ha sido la rapidez con la que se ha reaccionado para agruparse con la mirada puesta en un objetivo común de solidaridad en torno al cual orbitan todos los pasos dados desde diferentes empresas con intención de echar una mano cuando más se necesita.

De igual modo, otra de las claves que hacen de ‘Esto no tiene que parar’ un gran ejemplo es la transparencia —cualidad compartida por el buen liderazgo y la buena comunicación, especialmente en momentos críticos—. Trasladada al escenario de las redes sociales, la iniciativa no solo transmite rapidez sino claridad respecto a todos aquellos pasos que va dando. Cumple, además, otro de los preceptos fundamentales cuando se practica la comunicación en tiempos de crisis: no permanecer callado, reaccionar ante el problema y construir desde la acción, frente a la pasividad o la perplejidad tan propias de esta época donde el miedo amenaza con ganar la batalla.