Nadie se imaginaba vivir una situación como la actual, pero escenarios tan traumáticos suponen un caldo de cultivo propicio para hacer aflorar el liderazgo. A lo largo de las últimas semanas hemos podido ver muchos tipos de líderes tratando de encarar las consecuencias de la actual situación. Destaca, sobremanera, el liderazgo carismático de los mejores deportistas del país; un paso, por otra parte, al que nos tienen acostumbrados cada vez que nuestra sociedad recibe un golpe.
En esta ocasión, sin embargo, hay una diferencia determinante. No estamos ante una desgracia puntual sino ante situación estructural, de ámbito global y de consecuencias impredecibles. Por eso, la reacción se hacía todavía más necesaria y con mucho mayor potencial. Así lo entendieron Rafa Nadal y Pau Gasol, dos referentes del deporte y dos faros para la sociedad de su país, cuando decidieron poner en marcha #NuestraMejorVictoria como respaldo al Plan ‘Cruz Roja Responde’.
Estamos ante un caso de liderazgo carismático al que, paulatinamente, se han ido sumando otros grandes del deporte, caso de Fernando Alonso, Álex Marquez, Carolina Marín, Alberto Contador o Novak Djokovic por citar a algunos de los más relevantes.
Un líder ha de sumar un abanico de cualidades. Debe predicar con el ejemplo, convertirse en un gran motivador, ser el adalid de una conducta ética intachable, representar el espíritu de superación y ser comunicativo, entre otras virtudes. Todas ellas las encontramos en este proyecto en el que Gasol y Nadal toman las riendas como espejos de conducta hasta el punto de lograr fomentar otra de las virtudes del buen liderazgo, la de la adhesión voluntaria. Sus intachables carreras deportivas son un ejemplo a seguir, un factor de confianza, y más aún en una época en la que esa solidaridad imitativa puede llegar a salvar multitud de vidas.
Plenamente conscientes de su influencia, ambos han utilizado todo el potencial mediático a su disposición -hasta el punto de lograr históricas alianzas- para explicar con detalle los entresijos de su proyecto, el destino del dinero que se va donando, los pasos que se van dando o las personas que, poco a poco, de forma pública o anónima, se van sumando a la iniciativa hasta alcanzar los 14 millones de euros recaudados, una cantidad estratosférica e impensable sin el respaldo de quienes se han ganado un nombre, un prestigio y un lugar en la historia.
El líder es un motivador en potencia y ellos, en su papel, han logrado activar ese resorte en la sociedad que los idolatra y que asiste con muchísima preocupación a un escenario de futuro incierto.